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Diagnóstico sobre los Adolescentes y los Jóvenes en la CDMX 2017-2019

Acervo bibliográfico
Acervo bibliográfico

Caracterización de los adolescentes y jóvenes

  • Jóvenes entrevistados: se identificaron tres tipos de jóvenes (adolescente y jóvenes en situación socioeconómica precaria y jóvenes universitarios y promotores), resultado de una intencionalidad en la muestra para lograr obtener la opinión de diversos grupos de jóvenes.
  • Características de adolescentes y jóvenes: respecto a su manera de ser “hacen las cosas como quieren”; hablan de otros jóvenes a través de sus grupos de referencia o tribus (facebokeros, chairos, mirreyes, jóvenes en la cárcel, etc.); a través de la música que escuchan, de sus intereses, la forman que visten, época en que nacieron (millenials).
  • Los jóvenes y sus grupos: aportan identidad, apoyo y retroalimentación; dan pertenencia, espacios de encuentro; también refieren que se tienen ciertas representaciones sociales negativas de ciertos grupos (skates, chakas, mariguanos).
  • Representación social de los jóvenes sobre ellos mismos: destacan comentarios como “no nos importa nada, no tenemos límites, pasamos sin ver, se toman decisiones equivocadas” lo cual denota una percepción negativa de ellos mismos. Expresiones como: “hacer lo que yo quiera, pasamos todos por la rebeldía o hacen las cosas como quieren”, justifica las acciones que hacen o que puedan hacer, se encuentran en una etapa en la que experimentan.
  • Representación social que otros tienen respecto a los jóvenes: Algunas de las percepciones positivas mencionadas van en sentido de tratar de rescatar algo bueno “a pesar de todo son buenos, la mayoría son rescatables”, como si se hablara de un grupo que per se tiende a ser problemático. En un sentido más incluyente, reconociendo capacidades, se les describe a partir de la manera en que actúan o se desenvuelven “son abiertos, expresan lo que sienten, sumamente inteligentes, creativos, resuelven sus propios problemas o situaciones de manera creativa”. Con respecto al aspecto negativo, los adultos suelen calificarlos como “difíciles, agresivos, rebeldes, flojos, groseros”. Además de hablar en sentido negativo de las y los jóvenes, los perciben enojados, molestos “enojados con la sociedad, con la vida misma”.
  • Principales vulnerabilidades del ser joven: la diversidad de vulnerabilidades dan cuenta, por un lado, de la percepción de algunos factores o situaciones de riesgo, y por otro, quizá por falta de  comprensión del concepto, sugieren una serie de situaciones que las viven como lo “normal”,  que se han vuelto parte de su cotidianidad: violencias, inseguridad, narcotráfico, adicciones, falta de oportunidades, desinformación sobre su sexualidad, exposición de su privacidad en las redes sociales entre otros.
  • Problemas y oportunidades: los adolescentes demandan mayor aceptación y más escucha, aceptación entre sus pares; perciben que los problemas a su alrededor: discriminación, marginación, pobreza, drogas, violencia de género, violencia en redes sociales, problemas de salud pública como el embarazo en adolescentes, educación, falta de empleo, inseguridad. Mientras que para los problemas perciben una lista larga, para las oportunidades, la lista es corta: estudiar, tener un buen trabajo y superarse, son las opciones más reconocidas, sin mencionar cómo se pueden se van a lograr dichas oportunidades.
  • Género y sexualidad: reconocen que, de acuerdo con su sexo, se enfrentan diferentes situaciones. Sigue existiendo una asociación más negativa cuando se habla de las mujeres, y más positiva al asociarse algún comportamiento con los hombres. Lo cual quiere decir que, si se es adolescente y joven, además de mujer, se percibe una doble condición de desigualdad, frecuentemente de exclusión y de mayor vulnerabilidad.
  • Redes sociales virtuales: aunque forma parte de su normalidad, se pueden convertir en un espacio de vulnerabilidad en el que es posible ser víctimas, victimarios o cómplices de ciberbullying, acoso, phishing (suplantación de identidad), pornografía, trata de blancas, pedofilia, sexting, grooming, entre otros.
  • Los jóvenes y la ciudadanía: a pesar de que la ciudadanía no se identifica de manera teórica entre los entrevistados, sí lo es de forma práctica, en los grupos de adolescentes reconocen la ciudadanía como trabajo colaborativo, unión e inclusión de ellos en la sociedad para ayudar. Los jóvenes la conciben como el derecho a participar en la toma de decisiones en el país, que debe ser escuchada e incluida de forma democrática y la forma en que una sociedad convive.
  • Los espacios a los cuales pueden recurrir adolescentes y jóvenes: para que los adolescentes y jóvenes formen parte de esas actividades de inclusión, defensa de sus derechos, participación, para que atiendan sus dudas y necesidades, es necesario que identifiquen, reconozcan y comprendan cómo funcionan los espacios donde puedan recibir orientación y atención adecuada, espacios en los cuales colaboran para su propio desarrollo y el de otros actores sociales.

Pistas para la colaboración con adolescentes y jóvenes

  • Revisar continuamente el contexto histórico, social, económico, político, tecnológico y ambiental en que se desarrollan los diversos grupos de adolescentes y jóvenes.
  • Mantener una constante revisión, reflexión y discusión, al interior del equipo de promotores, pero también con los propios jóvenes, respecto a lo que significa e implica ser adolescente y joven.
  • Reconocer y separar la etapa de la adolescencia de la de la juventud, debido a que los intereses, prioridades y formas de pensar de cada uno de estos grupos, en general, son distintas.
  • Favorecerla reflexión para promover la generación de un cambio de representaciones sociales, de negativas a positivas, de los adolescentes y jóvenes sobre sí mismos y sobre otros adolescentes y jóvenes.
  • Realizar una revisión y análisis sobre las percepciones e implicaciones de las situaciones de vulnerabilidad percibidas por los adolescentes y jóvenes, por un lado, y por adultos en relación con estos, por otro.
  • Hay que reconocer que la presencia del trabajo, como actividad principal o secundaria, entre mucho adolescentes y jóvenes, forma parte de su vida cotidiana.
  • Trabajar en torno a las expectativas construidas y depositadas en el presente y futuro de adolescentes y jóvenes respecto lo que implica ser exitoso o medianamente exitoso.
  • Diseño de proyectos y actividades en los cuales se contemple la reflexión y el desarrollo de habilidades socioemocionales, como herramientas que permiten a adolescentes y jóvenes: entender y regular sus emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y desarrollar relaciones positivas, tomar decisiones responsables, y definir y alcanzar metas personales.
  • Diseñar programas para que los operadores y promotores desarrollen acciones que promuevan la resiliencia como uno de los elementos esenciales en el proceso socioeducativo continuo. Dichas acciones están necesariamente vinculadas tanto a la realidad sociocultural como a las características familiares e individuales de los adolescentes y jóvenes. Lo ideal es que se puedan transformar en tutores de resiliencia promoviendo el fortalecimiento personal, social y comunitario, dando como resultado un afrontamiento positivo a las situaciones de vulnerabilidad percibidas.
  • Es necesario poner atención a los adultos que son referentes en la vida de adolescentes y jóvenes, en los diferentes espacios en los que se desarrollan: casa, escuela, deporte, arte, religión, etc.
  • La sexualidad es un tema que sigue siendo objeto de inquietud y discusión, tanto entre adolescentes y jóvenes como entre los adultos, aunque la mayoría no lo externa de manera explícita. Es necesario identificar las representaciones sociales y morales que se tienen para fomentar la construcción de nuevas representaciones que beneficien a los actores en su salud sexual y reproductiva.
  • Impulsar la formación de la ciudadanía en adolescentes y jóvenes.
  • Impulsar una visión incluyente respecto al tema de género.
  • Identificar espacios para la atención de adolescentes, jóvenes y sus padres y/o familiares, con especialistas en diversas temáticas, que respondan a las necesidades cambiantes de los diversos actores involucrados.
  • Trabajar más en la espiritualidad dentro de los proyectos, programas y actividades.

 

Elementos para considerar el diagnóstico para la construcción del diseño institucional y revisión del modelo

  • Mantener diagnósticos actualizados, de preferencia integrando a los propios jóvenes en su elaboración.
  • Diseñar estrategias de colaboración o facilitación integrando procesos de investigación acción.
  • Estar constantemente actualizado respecto a los estudios sobre la juventud y la adolescencia que se están produciendo, sobre todo a nivel nacional, sin descartar los de otros países.
  • Diseñar programas específicos para los jóvenes y los adolescentes de acuerdo con sus necesidades que se mantengan en revisión periódica para su actualización.
  • Diseño de estrategias formativas para los agentes de juventud (personas que trabajan con jóvenes) con la finalidad de fomentar un cambio de representación social respecto a los adolescentes y jóvenes a los que se estudia o con los que se colabora. De tal manera que sean ellos quienes influyan en la red de adolescentes y jóvenes.
  • Implementar un Observatorio de la Juventud, como una herramienta de investigación que permita a la institución estar lo más actualizado posible respecto a los fenómenos juveniles, a nivel internacional y nacional, y particularmente en la Ciudad de México.
  • Aprovechar las diversas tecnologías de información (TIC), por un lado, y el interés y facilidad con la que los adolescentes y jóvenes las conocen y manejan, por el otro, para conformar equipos de jóvenes voluntarios y operadores de la institución que de manera periódica (semanal, quincenal o mensual) identifiquen en las redes sociales y medios informativos información fiable sobre adolescencia y juventud.
  • Capacitación sobre la práctica en procesos de investigación que se adapten a la generación de conocimiento necesario para la planeación y desarrollo de los programas institucionales.

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